15 nov 2011

La sombrilla, reflexiones: Ya no entro, pero tampoco salgo

El 'síndrome del post-siguiente' así diagnosticó el profesor Jose Luis Orihuela, (@jlori), durante su charla en el curso #Enreda2  al que asistí este verano, a aquellos que nos pasamos los ratos muertos pensando sobre qué escribir en nuestro blog. Sí, suena peligroso, adictivo, pero ciertamente no lo es. Es un entretenimiento divertido, un ejercicio de creatividad. Es reflexionar en voz baja, sin molestar. El que quiera lo lee y el que no, pues no lo lee. Pero, para el que escribe son todo ventajas.

Siempre he pensado que la peor manera de castigar a alguien es mandarlo a callar, el aislamiento que provoca el silencio, es capaz de volver loco a cualquiera. Incluso alguna vez, he sentido con más urgencia la necesidad de hablar que la de comer, quizás porque el sabor de las palabras liberadas, en algún momento, fueron más nutritivas que los alimentos. Es por eso, que me siento afortunada de poder escribir y publicar en este sencillo formato. Los blogueros estamos de suerte, porque por una vez la tecnología ha pensado en los pequeños. Fácil, sencillo de utilizar, pero capaz de soportar y difundir ideas sin límites de fronteras.

La prensa de papel se ha vuelto digital, pero en su transformación no se ha llevado a la plantilla de redactores. El otro día me decía una compañera: "Yeiza, es que las redacciones se han reducido a la mínima expresión, pero si contratan antes a un diseñador gráfico que a un periodista. Que para escribir vale cualquiera". Para mis adentros pensaba que a esas conclusiones también había llegado yo solita. No hay que ser muy lumbreras para llegar a cuarto o quinto de carrera y que te entre la pena negra viendo que el oscuro futuro del periodismo empieza desde que te licencias.

En fin, como ya dije más arriba. Los blogueros estamos de suerte, y los estudiantes de periodismo estamos también de enhorabuena, porque tenemos en nuestras manos la posibilidad de publicar, siendo independientes y autodidactas. Poner en práctica lo aprendido, comprobar hasta dónde puedes llegar sin el tutelaje docente. Y lo más importante, realizar una actividad para la que te has formado y que tiene mucho  de vocación y amor al arte. Esa ya es una buena forma de empezar, y como dice el Maestro de periodistas Enrique Meneses (@emenesesm): "Empieza cuanto antes a escribir tu biografía".


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