14 oct 2012

La sombrilla: En el jardín de los filósofos buscando a María Zambrano. Entrevista Ficción



Cuando llegué a Málaga hace más de diez años. Me agradó ver que la estación de trenes tuviera el nombre de María Zambrano. No sabía quién era ella, pero pensé para mis adentros: "Me gusta que esta ciudad no esconda a sus mujeres". En la biblioteca, en cursos de verano y ahora en la distancia que ofrece el recuerdo me he topado muchas veces con su presencia. Con el tiempo se ha convertido para mi en una autora de cabecera, suelo nombrarla y recomendarla.

María mujer que vivió el exilio como la puerta hacia la soledad creativa. María la intelectual que habló de método científico y poesía. María que vivió en la clase alta de los intelectuales que pasaron hambre y frío en países lejanos.  Escribiendo pequeños artículos para comer, o escribiendo a concursos para llegar a un fin de mes que se volvía infinito. 

En su boca conceptos como genio creador, el origen de la palabra, maridaje entre filosofía y poesía encontró en ella su receptáculo natural. La palabra es vehículo de comunicación y María era arquitecto y constructora de ideas y pensamiento, tal y como explica Fernando Ortega en los numerosos prólogos que hace de la biografía de Zambrano.

A los muertos ya no se les puede entrevistar, así que solo podemos iniciar un falso diálogo con ellos a través de sus obras. Preguntarle a los libros y entre sus páginas intentar encontrar el hilo del discurso de esa conversación imposible. La entrevista que no es:

Pregunta: Nos encontramos en un momento difícil, las antiguas estructuras se derrumban. Los iconos de nuestra cultura se desmoronan, poco a poco las referencias se desvanecen. ¿Qué opina al respecto?

María Zambrano: "La crisis muestra las entrañas de la vida humana, el desamparo del hombre que se ha quedado sin asidero, sin punto de referencia de una vida que no fluye hacia meta alguna... En medio de tanta desdicha, los que vivimos en crisis tengamos, tal vez, el privilegio de poder ver más claramente". (3)

P.  Se habla del fin del mundo conocido, del fin de la búsqueda de las Utopías.
María Zambrano: "El lugar donde la esperanza se ha refugiado de manera más confiada es en la Utopía. La historia de las Utopías, las alternativas de su vida y evolución, de su nacimiento y eclipse, es la historia más verídica de nuestra cultura de occidente, de la <<vieja Europa>>. Hay grupos de utopías, familias cuyo linaje no se ha recorrido aún." (3)

P. ¿Qué ha significado el exilio para usted y cómo lo vivió? 
María Zambrano: "El exilio ha sido como mi patria, o como una dimensión de una patria desconocida, pero que, una vez que se conoce es irrenunciable. [...] El exilio es una dimensión esencial de la vida humana, pero al decirlo me quemo los labios, porque yo querría que no volviese a ver más exiliados, (...) que no se conociera el exilio."

"Fui alguien que se quedó para siempre fuera y en vilo. Alguien que se quedó en un lugar donde nadie le pide ni le llama. Ser exiliado es ser devorado por la historia. Y su lugar es el desierto. Para no perderse, enajenarse, en el desierto hay que encerrar dentro de sí el desierto. Hay que adentrar, interiorizar el desierto en el alma, en la mente, en los sentidos mismos, aguzando el oído en detrimento de la vista para evitar los espejismos y escuchar las voces."(4) 

P. En una de las cartas enviadas a su amiga Reyna le hablaba de la necesidad de compartir las ideas.
María Zambrano: "En el pensamiento se me cabalgaban las ideas y pensaba: si yo no digo esto ¿quién lo dirá? Hay que decirlo aunque sea en soledad, para que no se queden sin nacer"

P. En su obra describe el interior del poeta y su razón, ¿qué nos puede decir?
María Zambrano: "De la razón poética es muy difícil hablar. Es como si quisiera morir y nacer a un tiempo; ser y no ser, silencio y palabra, sin caer en el martirio ni en el delirio que se apodera del insomnio, que no puede dormirse, solamente porque anda a solas. ¿Lo llamaríamos desamparo? Tal vez. Terror de perderse en la luz más aún que perderse en la oscuridad."  Sobre "El poeta se basta con hacer poesía, para existir; es la forma más pura de realización de la existencia humana". "Asombrado y disperso es el corazón del poeta. De no tener vuelo el poeta, no habría poesía, no habría palabra. Toda palabra es una liberación para quien la dice. Quien habla aunque sea de las apariencias, no es del todo esclavo." 

Hasta aquí llega la entrevista porque las respuestas y la voz de María están en todos esos libros que aún no he leído.


María Zambrano (1904-1991).  Ensayista y filósofa española. Discípula de J. Ortega y Gasset, Zubiri y Manuel García Morente, fue una de las figuras capitales del pensamiento español del siglo XX. Profesora en la Universidad Complutense de Madrid, se exilió al término de la Guerra Civil y ejerció su magisterio en universidades de Cuba, México y Puerto Rico. Tras residir en Francia y Suiza, regresó a España en 1984. Fue galardonada con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (1981), y el Cervantes (1988).

Su pensamiento, vinculado a las corrientes vitalistas del siglo XX, giró en torno a la búsqueda de principios morales y formas de conducta que fueran aplicables a los problemas cotidianos. Su preocupación mística, la forma de abordar los conflictos éticos, y el estudio de la interrelación entre realidad y verdad, reclamaban la necesidad de un profundo diálogo entre el ser y su entorno.

Bibliografía:

(1) ORTEGA MUÑOZ, Juan Fernando. María Zambrano. Breve antología. Ed. Proyecto Sur. Junta de Andalucía. 2004
(2) ORTEGA MUÑOZ, Juan Fernando. María Zambrano. Ed. Arguval. Málaga. 2006
(3) ORTEGA MUÑOZ, Juan Fernando. Breve Antología María Zambrano, su vida y obra. Cuadernos de Puerta Nueva. Serie Arte y Pensamiento. Junta de Andalucía.1992

Enlaces de interés

* Centro Virtual Cervantes: http://cvc.cervantes.es/actcult/zambrano/

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