2 mar 2013

La sombrilla, reflexiones: Escatologías varias

Por fin me pongo ante la pantalla, y dejo impresas mis huellas sobre las teclas. Llevo unas cuantas semanas muy poco creativa, literariamente hablando. Sin embargo, a nivel personal, estoy explorando senderos nuevos. Hay quien me sugiere que escriba sobre los errores, y la capacidad de reponerse a ellos. Otros, que escriba textos eróticos; también hay quien va más allá, y dice que no escriba nada.

Me alegra que me reconozcan como escritora virtual. Sé que soy, como aquellos grafiteros de la Cueva de Altamira, garabateando en el ciberespacio. Esto es literatura menor, entretenimiento puro y duro. Si os soy sincera, no tengo ambiciones de publicar nada. Ya me siento publicada... Autopublicada... Autocomplacida... Sobre todo, con la alegría de ver que tengo un público heterogéneo y fiel. ¿Qué más puede pedir un escritor?

Lo tengo todo, me puedo permitir el lujo de mirar desde mi balcón de escritora. Mirar con anteojos de bohemia trasnochada cómo pasa la vida... Que si sale el sol por el Este, que si Ratzinger se pide la jubilación anticipada sin esperar a morirse para dejar el poder. Desde luego, hay que reconocerle su valentía y  humildad. Sobre todo, en una época donde ningún poderoso que se precie deja la silla. Aunque lo tengan que apuntalar para que no se caiga. De paso, tenemos al primer Papa emérito de la historia.

Así tengo algo interesante que contarle a mis nietos. Conocer a un Papa  prejubilado mejora el 'insuperable hito' de haber cantado la canción "Color esperanza", con el fallecido Juan Pablo II, en el aeropuerto de Cuatro Vientos, durante su última visita a Madrid. Ésta es mi corta memoria papal. Pero, poco a poco escribo mi anecdotario de 'batallitas' para mi futura descendencia. 

Lo tengo todo y no tengo nada. Realmente 'siendo realistas', no me puedo permitir el lujo de presumir más que de practicar: la reflexión-reflexiva superficial. Porque al escuchar en las noticias, que a Obama se le ha cortado la digestión con el "secuestro financiero", se me ha descompuesto el estómago. Creo que el síndrome de 'cagalera mundial', que suscita el eufemismo 'de recortes y más recortes', tiene como resultado inmediato el 'estreñimiento económico'... ¡¡ Ainss$$$, dichoooso dinero !!!!!

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