28 ene 2016

Minirreflexiones: Vivir el ahora sin retrasos

Fotograma Matrix
Cualquiera que lea el título de este post dirá: Yeiza se ha leído el libro del  Poder del ahora de Eckhart Tolle. Pues sí, pues no. Ya que cuando llegué a más de la mitad del libro me dí cuenta que era la misma idea repetida de diferentes maneras en cada capítulo. Y el que fuera tan repetitivo me aburrió.

Lo que pasa es que vivir el momento, sin prejuicios y sin expectativas previas está de moda. Tengo un amigo que la información que no me he leído del libro, me lo está resumiendo en amenas charlas durante los paseos: 'Viviendo el ahora'. ¡Cuánto místico suelto! Y no lo digo con sorna. Al contrario, me encanta encontrar gente que no sean piedras por dentro, y esa conversación se convierta en un paseo dentro de otro paseo. Al estilo Julio Córtazar,  una realidad dentro de otra realidad. 

¿Que soy una friki por fijarme en esos detalles? Pues, sí. Hasta hace bien poco, este blog era el único sitio donde podía hablar, y explicarme a mi aire, libre. Mi afán de perfección, me alejaba de mis congéneres. No tenía termino medio. O me perdía en el diccionario, o en las abstracciones buscando a María Zambrano. Esa amiga que no me esperó, porque era de otro tiempo y ya murió. No soy filósofa, sino reflexiva. Pero, me hubiese encantado tomar una café con ella.

¡Ves! No estoy disfrutando el ahora,  me lamento en pasado y por cosas incumplibles. Por eso, a veces bromeo con que tengo la funeraria pagada. El billete para el más allá y evolucionar. No me malentiendas querido lector, no me quiero morir exactamente ahora. Pero, tampoco le tengo apego a esta vida falsa que se conforma con las apariencias, sin molestarse en rascar. El bronce tiende a oscurecerse pero cuando lo limpias, brilla de forma elegante, como una armadura recién pulida.

Ahora, ahora, ahora, ahora, este instante,  este momento, sin saltos en el tiempo al estilo Matrix, hacia delante, hacia atrás o hacia adentro...  Buenos días

No hay comentarios:

Minirrelato: Al estilo Ennio Morricone

Morricone Xilófono de entrada,  hace imaginar una bailarina, leve y ligera, pero pronto la banda sonora trae intriga al cuadro. El tutú se v...