5 ago 2016

Minirreflexión: Tratado de perversiones. El veneno de Francisco Umbral (I)

Hotel California a todo volumen, para tapar pensamientos circulares, la distancia aumenta, pero el silencio también. Lectura ligera: Tratado de perversiones de Francisco Umbral. Es inaudito que no tengan libros de él en la biblioteca de mi barrio. Salí apesadumbrada, hombres autodidactas y de inteligencia brillante no tienen cabida en cualquier lugar. Prejuicios del pequeño burgués -como él diría.

Sigo con mi lectura y sobre como desgrana Umbral la metáfora de la naturaleza en el baile sexual y sus variantes, incluyendo atrezo.  Que no artilugios de sexshop que para él eran herramientas de ferretería, huérfanos de erotismo. Al que espere encontrarse con un informe del Kamasutra spanish, se dará de bruces. No es una españolada.

Umbral tenía mirada de sociólogo, psicólogo, periodista y escritor que todo lo lee y todo lo reflexiona, para él  no existen las perversiones y nos pone ejemplos de personajes de la literatura como Madame Bovary, o anécdotas como que Prust era un fetichista de las rodillas, fetichista de los huesos. Todos pasan por su pluma a ritmo frenético, Freud queda reducido a las perversiones de sus propias reflexiones.  Francisco entiende el psicoanálisis como la manera en que la culpa se desarrolla y sobredimensiona en el individuo. Hombres que envidian la feminidad de las mujeres, siendo más mujeres que ellas mismas. O viceversa. Estamos centrifugados en el Ying y el Yang, que no para de jugar, de girar.

Habla de la muñeca hinchable de la película de Trueba y como el trato exquisito de un dentista solitario metaforiza al plástico transformándola en la esposa perfecta. Cuidada, mimada. En otra escena la muñeca hinchable caen en manos de un grupo de obreros. La metáfora de plástico se convierte en la versión más dura de la violencia  grupal. Ultrajar y denigrar entre todos a una muñeca de plástico. 

La mujer objeto inanimado y víctima de la locura grupal. La mujer como herramienta de guerra, para dinamitar a la sociedad. Socavar su humanidad y dignidad. Umbral, hace un tratamiento de la mujer en la literatura, en la publicidad, en sus múltiples roles. Trata la imagen de la mujer como una rara gema llena de facetas que va puliendo a lo largo del libro.

Más, mucho más, apunta Umbral en sus notas. El orgasmo femenino vaginal y ortodoxo, símbolo del matrimonio perfecto al que todos aspiran y cuya memoria castra la relación en pareja. Umbral descuartiza el cuerpo humano y lo mira con ojos de artista, para él no existen las perversiones, lo repite hasta la saciedad. Es solo una mala copia de la naturaleza.

No puedo seguir, voy por la mitad del libro, pero de cada cinco líneas se puede sacar un titular de este ejemplar.  Texto, de lectura amena, rica en juegos de palabras y repeticiones. Poblado de lucidez, crudeza y brillante inteligencia. No puedes leerlo deprisa. Hay que saborear el estilo y el mensaje para que el veneno de Umbral circule por tus venas. Seguiré leyendo.... De fondo, Aerosmith grita Crazy, y no me extraña.


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