20 dic 2016

Minirreflexiones: Espacios diogénicos

Hace tiempo que hice limpieza de trastos, mentales y en el corazón, se va más ligero. Y la Soledad tiene más espacio para bailar, por eso mis vacíos siempre están llenos. A veces, de diogénicos recuerdos o ideas sin florecer, pero atómicos siempre. Atómicos, ¿por qué? Porque hasta lo más insignificante e invisible tiene luz y energía suficiente para crear nuevos mundos.

A veces hasta a los muros contra los que chocas - he pensado 'estampas' pero así suena menos dramático- hasta a esa pared hay que agradecerle que te ayuda a girar en otro sentido. Cada uno tiene la madurez emocional que buenamente puede trabajar y se expresa agradeciendo, desagradeciendo o ignorando. No los juzgo, no estudié para juez, pero me gusta describir lo que veo, siento o me inspira el momento. 

Estas pequeñas líneas no son más que arpegios de algo mayor, una reflexión o texto más elaborado, lo sé, porque por la noche lo noto moverse como una culebrilla en mi cerebro. Lo sé, porque al leer, al mirar el atardecer en lo alto del monte con el frío acariciando mis mejillas y helando mi nariz, el cerebro toma nota de todo. Y durante unos segundos o quizás horas he visto la realidad al estilo Stop Motion y yo tomaba nota. 

Tim Burton
Bueno, bueno... Que con el café descafeinado vamos a otro ritmo.

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